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Qué son las creencias y cómo te afectan. Detectar las creencias que tienes y qué hacer con ellas es parte del maravilloso camino de descubrimiento interior. De crecimiento y de consciencia del propio Ser.

Es increíble lo que te llega a afectar nuestro maravilloso subconsciente. Cuando miras tu mente podrías imaginártela como un iceberg, solo ves una pequeña parte. La mayor parte permanece oculta, está debajo y sustenta la realidad que se ve en el exterior, de la que eres consciente.

Una parte de este iceberg, casi podría decir que la más profunda, es la que está conformada por lo que se conoce como creencias.

Contenido

Qué son las creencias

Las creencias son patrones mentales adquiridos. Patrones que has transformado en tus dogmas. Están en lo más profundo de tu Ser y de una manera totalmente inconsciente, has decidido hacerlos realidad.

Las creencias están en tu interior, y como te decía, en aquella parte tan profunda que es la de más dificil acceso, aunque eso no significa que no se pueda llegar allí. Es posible acceder a ella con consciencia y enfoque. Sabiendo que vas a buscar y para qué.

Como funcionan las creencias

Las creencias trabajan de una manera totalmente automatizada. Y es la parte racional la que trabaja para ellas. Las creencias, lo único que necesitan es hacerse realidad para seguir existiendo, y para ello trabajas tú y tu mente, sin darte cuenta.

O sea, que efectivamente tu creas tu realidad alrededor de unas creencias adquiridas, tú eres quien decides aunque lo hagas desde el más profundo del subconsciente, desde lo más profundo de tu Ser.

Para tu subconsciente no existe la racionalidad, existe lo aprendido como Verdad (en mayúsculas). Y esa verdad hay que hacerla realidad (porqué… para eso es La Verdad)

Donde se originan las creencias

La primera fuente de tus creencias está en tus padres, en tus progenitores, en tu familia. Tus primeras creencias, aquellas que además están en los más profundo las adquieres de los 0 a los 6 años.

Durante los primeros años de vida, en donde se va quedando gravado en tu mente toda una serie de información que evidentemente das como buena. No tienes la posibilidad de contrastarla ya que tu mente se está formando. Y lo que pasa, lo que te dicen en esos momentos es lo que te crees y se queda gravado a fuego.

En esa época de tu infancia eres un papel en blanco en donde todo lo que se escribe queda allí. Piensa que hoy tienes la capacidad de poner en tela de juicio cualquier cosa que te digan. A los 3 años lo que dicen tus padres, tus abuelos es La Verdad. Y así queda gravado.

Los automatismos

Esto sucede así porqué nuestro cerebro funciona con automatismos. Podríamos decir que necesita constantemente espacio libre para poder aprender cosas nuevas, por lo tanto lo que se considera aprendido, zas… al cajón del subconsciente para automatizar y así dejar espacio a lo nuevo.

Lo que es fantástico para según que aprendizajes, como sería aprender palabras nuevas, conducir un coche, escribir en un papel o en el ordenador, operaciones matemáticas o lo que sea. Es un tanto más complejo para otros aprendizajes sobre realidades sociales, comportamientos, etc.

Aunque para el cerebro, que no distingue entre que tipo de aprendizajes es cada cosa. El dice: cosa aprendida… al cajón de las automatizaciones… que necesito espacio.

Encontrar esos aprendizajes automatizados, dentro de nuestro subconsciente es un trabajo de consciencia y de enfoque.
Siguiendo con la analogía del papel en blanco, piensa que conforme pasan los años, las relaciones, las experiencias, van escribiendo su “papel” y lanzándolo al cajón de las automatizaciones, vas acumulando más y más papeles. Uno encima del otro. A veces uno por segundo, otras veces más lentamente. Al final, los papeles que conforman la base de buena parte de tus pensamientos, y de tu realidad están en ese cajón. Un cajón que automatiza y crea realidades a partir de lo que le has ido poniendo.

Creencias limitantes

Cuando trabajo mis propias creencias me gusta pensar que son como construcciones de Lego. Si hay alguna muy alta y mal construida, alguna que se conforma como una barrera es que por ahí anda una creencia limitante. En el momento en que detecto cual es, también es el momento en que puedo romper la barrera que se ha construido. Es el momento de limpiar ese cajón y volverlo a llenar.

Las creencias las construyes durante tu vida

Durante toda la vida vas construyendo creencias. Ya que más adelante, aquellos que tú, por las razones que sea, pienses que tienen autoridad, de los que sacas aprendizajes también pueden ser susceptibles de dejar su impronta en tu mente. Tus profesores, el médico, alguien a quien admiras, cualquiera a quien tú le concedas la autoridad del “saber”.

Otra de las vías por las que se va construyendo las creencias es a través de la propia experiencia, la mente se queda con los recuerdos que a través de alguna emoción se han quedado gravados marcándolos como “esto es Verdad” y “sucede siempre así”.

Es su manera de protegerse delante de acontecimientos que suponen un peligro o una amenaza, de aprender de ello. La cuestión está en que a veces esta situación no es del todo real.

Las creencias determinan tu destino

Las creencias interfieren de una manera directa en nuestra vida, en nuestras relaciones sociales, familiares y amorosas, en nuestros éxitos en el trabajo y en la vida, en nuestra prosperidad, en nuestro comportamiento, en nuestro destino y también en nuestra salud.

Efectivamente somos cuerpo, mente y alma, todo en uno e interconectado. Por lo tanto lo que pasa en un sitio afecta al otro y a nuestro entorno.

Durante los años que he estado dirigiendo equipos de ventas he observado con especial detalle aquellos que triunfaban rápidamente y aquellos que no. Y al final he llegado a la conclusión que sólo hay una poción mágica para la consecución de las metas: Te lo crees, lo sientes como tuyo y tu interior te dice que te lo mereces. Y ese cóctel se origina en las creencias que desde pequeño conforman tu realidad.

Creencias que te potencian

Las creencias, esa base en la que está construida nuestra realidad no son todas limitantes, ni mucho menos. Esa base está compuesta por creencias limitantes y otras potenciadoras. Y otras que pueden tener un componente de cada una de ellas.

Así que vemos que las creencias nos pueden ayudar y potenciar y otras nos pueden limitar y boicotear. Incluso hay creencias que una parte de ella te sirve como potenciadora y otra como limitadora.

Descubrir cual te potencia te ayuda a conseguir más rápidamente tus metas y a potenciar precisamente ese aprendizaje y ese concepto que tienes de tu realidad.

Las creencias determinan la manera en que ves el mundo, te ponen los cristales de tus gafas. Y crearas tu mundo alrededor de ellas.

La parte buena es que los cristales de esas gafas se pueden cambiar, puedes ir modificándolos poco a poco.

Como cambiar tus creencias

Lo primero para cambiar tus creencias es descubrirlas. Hacerlas conscientes, aunque te aviso: las creencias es igual que la receta de la sopa de tigre. ¿sabes que es lo más difícil de esta receta?. Cazar al tigre 😉.

Imagínate esa construcción de Lego que he comentado antes, averiguar que pieza es la que realmente está entorpeciendo y construyendo bloqueos no parece fácil. Aunque con buenas herramientas todo es posible.

De esa manera puedes sacarlas del interior más profundo y hacerlas visible ante tus ojos. Sacarlas a la luz.

Vamos a ver como empezar a cambiar tus creencias:

1.- Investiga y juega

Empieza con la mente bien abierta y como si fuera un juego. Termina estas frases que encontrarás a continuación, escribe lo primero que te venga a la cabeza.

Piensa que no se trata ni de juzgarte, ni de sacar la mejor nota. No hay nota. Se trata de descubrirte. Al final este ejercicio es sólo para ti:

Tómatelo como un juego y disfruta de ello 😊

El dinero es…..
Todos los hombres son….
Todas las mujeres son….
La vida es….
Los hijos son….
El amor es…..
El corazón es….
Los años son….
El deporte es….
El tiempo es…
El trabajo es….
Jugar es….
Aprender es…

2.- Busca más palabras

Una vez respondido con la primera frase que te ha venido a la cabeza, escribe más frases, palabras y adjetivos alrededor de cada uno de estas palabras. Busca palabras que oíste a tus padres, familia, maestros. Frases que resuenan dentro de ti para cada uno de estos conceptos.

3.- Donde está tu creencia limitante

Vuelve a leer lo que has escrito y estudia donde estás poniendo límites. Donde estás escribiendo un “dogma” que limita. Por ejemplo: el dinero es sucio, hace mezquinas a las personas.
Ya tienes una creencia detectada, una creencia sobre el dinero que has oído durante años en tu familia. Vamos a quedarnos con esta como ejemplo.

4.- Cual es el origen

Ahora que la tienes definida averigua de donde sale: de tu experiencia, de tus padres, cual es la fuente, la autoridad de esta creencia. Quien la ha dicho. Cuando la repites, como te la dices, en que ocasiones.

5.- Sustituye tu creencia

El siguiente paso será cambiarla. Ya que podríamos decir que normalmente es muy dificil anularla sin más. Allí quedaría un vacío y la antigua creencia volvería a su lugar. Por lo tanto lo que necesitas es sustituirla por otra. El cajón precisa ser llenado, así que vamos a darle una nueva creencia para que se automatice el proceso. Por ejemplo: Siguiendo con la creencia que hemos visto antes:
El dinero es sucio, convierte a las personas en mezquinas.

Puedes enfocarlo y cambiarlas por:
El dinero es bueno, cada uno decide en que quiere invertirlo. Es una decisión de las personas.

6.- Que el cambio sea real

Para que el cambio sea real y profundo analiza en profundidad que va a significar ese cambio en ti. Pregúntate que pasará cuando cambies esa creencia, quien serás, como cambiará tu vida y si realmente quieres ese cambio.

Cuando lo tengas realmente interiorizado empieza a repetir tu creencia positiva, la nueva, en todas las ocasiones que puedas.

Conclusión

El proceso de detectar las creencias, de trabajar en ellas es fascinante. Nuestra mente la podemos convertir en nuestra mejor aliada cuando hacemos que juegue a nuestro favor. Aún a pesar de que las creencias no siempre es algo obvio para uno mismo, con dedicación, constancia y visión crítica puedes ir detectándolas y empezar el camino de cambiarlas para crear la realidad que quieres.

Y si precisas de una mano que te acompañe en este proceso, unos ojos que le den otra mirada pídeme una sesión exploratoria y te explicaré como puedo ayudarte.

Un abrazo

Adriana

Tu Coach en el Mar

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